Pedrito Fernández arroja nueva luz sobre un problema que tiene en vilo a la nación: el de la cada vez más escasa formación de nuestros jóvenes. Pues sí, tiene que ser eso, que estos chicos y chicas están enamoraditos, porque si no, no se entiende que cada promoción salga con un nivel aún más bajo que la anterior. Así llegan al instituto sin unas mínimas nociones de lectura y escritura, con una incapacidad manifiesta para comprender conceptos abstractos y con unas pésimas calificaciones en lengua y en matemáticas. Y estos chavales después se meten en la Universidad y la historia sigue... Y esa ola de amor asola más que a ninguna otra comunidad a nuestra querida Andalucía, donde a pesar de toda la benevolencia de los profesores y de la voluntad de la Junta por maquillar los datos, el desastre es patente.
En fin, desde el cuervo decimos que la culpa la tienen, como siempre, los profesores, que se empeñan en que nuestros rapaces aprendan cosas aburridas y se esfuercen (esforzarse, eso qué es? eso no se lleva, si, por no ir más lejos, con sacarte el carné de un partido ya tienes la vida resuelta). Como decían en El Muro: "Hey teacher, leave the kids alone!". Desde aquí hacemos un llamamiento a los profes fachas y carcas para que cejen en su empeño de enseñar mates (pa qué existen las calculadoras), ortografía (pa qué está el corrector del word) y lengua (pa escribir en el msn y cuatro sms a los coleguillas, que tamién escriben como el culo) y dejad a nuestros adolescentes tranquilos, que bastante tienen con las inquietudes propias de la edad: jugar a la play, ponerse hasta el ojete y meterla en caliente, intenciones asaz nobles por otra parte, pardiez! En fin, después llegarán el llanto y el crujir de dientes, cuando, verbi gratia, los médicos tengan las mismas nociones de anatomía que el Dr. Zoidberg (el de Futurama), aunque eso sí, seguro que escriben siguiendo las directrices de la igualdad y ponen "ellos/ellas", "chic@", etc.
En fin, desde el cuervo decimos que la culpa la tienen, como siempre, los profesores, que se empeñan en que nuestros rapaces aprendan cosas aburridas y se esfuercen (esforzarse, eso qué es? eso no se lleva, si, por no ir más lejos, con sacarte el carné de un partido ya tienes la vida resuelta). Como decían en El Muro: "Hey teacher, leave the kids alone!". Desde aquí hacemos un llamamiento a los profes fachas y carcas para que cejen en su empeño de enseñar mates (pa qué existen las calculadoras), ortografía (pa qué está el corrector del word) y lengua (pa escribir en el msn y cuatro sms a los coleguillas, que tamién escriben como el culo) y dejad a nuestros adolescentes tranquilos, que bastante tienen con las inquietudes propias de la edad: jugar a la play, ponerse hasta el ojete y meterla en caliente, intenciones asaz nobles por otra parte, pardiez! En fin, después llegarán el llanto y el crujir de dientes, cuando, verbi gratia, los médicos tengan las mismas nociones de anatomía que el Dr. Zoidberg (el de Futurama), aunque eso sí, seguro que escriben siguiendo las directrices de la igualdad y ponen "ellos/ellas", "chic@", etc.
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