jueves, 8 de octubre de 2009

Manual del buen censor

Gervasio Sánchez ha obtenido el 24º Premio Ciudad de Córdoba de Periodismo, otorgado por la Asociación de la Prensa de Córdoba. En su discurso de agradecimiento destacó que, en la actualidad son los periodistas locales los que más sufren cierta "censura".
"Censura", se extrañarán ustedes. Pero ¿existe eso en una sociedad democrática y en una ciudad democrática? Bueno, pues como este tema no es la primera vez que sale en este blog, para todo aquel que no esté a tanto, vamos a proceder a desarrollar el "Manual de la Censura para alcaldes y/o concejales y/o políticos avisados/as del mundillo local".

1. En cuantito que te saquen lo más mínimo que no te mole, llamadita al canto con frasecitas del tipo: Mira, es que me parece que estás difundiendo una imagen negatiiiiiiva de esta ciudad; eso no lo dije yo... es que los periodistas os inventáis unas cosas que ya ya; pos podías hablar de cosas positiiiiiivas, que hay muchas y la verdá, no sé por qué te empeñas en hablar sólo de lo negativo. Etc., etc...

2. Hacer ver por activa y por pasiva que te ha molestao un huevo lo que se ha dicho. Se lo tienes que hacer ver a cuantas más personas mejor, de forma directa o como quien no quiere la cosa, eso a tu elección. Pero el caso es que el que venga detrás del lenguaraz se lo piense dos veces porque sabe que a ti no se te tocan los cataplines ¡faltaría más!

3. Si puedes tomar alguna represalia, mejor que mejor. Por represalia no nos referimos a una quema en la plaza pública sino a pequeños detalles aparentemente sin importancia que joden la vida diaria. Y si, en algún momento el lenguaraz te pidiese un favor o necesitase algo de
ti ¡Ay, amigo, ahí sí que te puedes explayar y al enemigo ni agua! Que está mu bien eso de que un político gobierna pa tol mundo pero hay tol mundo y tol mundo, ya mentiendes. Estas lecciones ejemplarizantes servirán para aviso de lenguaraces.

3. Maneja con tino tus partidas presupuestarias para publicidad. Aquel que coma de tu mano no te la morderá.

4. Emplea dinero público en "subvencionar" medios que, de otra manera, quizás no podrían sobrevivir. Así su agradecimiento no tendrá por más que ser "obligado". Y de paso, aprovecha pa dejar caer que hay un chico/a muy mono y nada problemático que podríiiiiia ocupar el puesto
de redactor.

5. Y si todo esto falla, te queda la quema en la plaza pública, joer, que siempre da buen resultado.

6. Y por fa, que no se te vaya a ir la ollita y a querer que te llamen en los medios "Sol de la Nación" como al líder de Corea del Norte, que eso queda como el culo.

De todas maneras, y como conclusión, decir que siempre es mejor la AUTOCENSURA que la censura a secas que queda como más arrabalera y de mal gusto, así como pelín cani. Por eso preferimos los puntos 1, 2, 3 y 4 al 5 y 6. Es una manera de actuar más fashion y ya se sabe que siempre es mejor sugerir que mostrar. El objetivo es que la manipulación se convierta en algo cotidiano, que se haga por reflejo condicionado y el periodista ni cuenta se dé de que manipula, metabolizando lo que hace como "lo correcto". Parafreseando a Orwell, que no sólo tema al Gran Hermano, sino que termine amándolo (aprovecho para ser pedante y señalar que la traducción exacta de big brother sería "hermano mayor").