Leo en el Boletín del Club de Atletismo la ristra de medallas y subidas al podio de nuestros atletas locales en diferentes competiciones de atletismo. Leo que Minerva Caamaño se hizo con la medalla de plata en salto con pértiga a pesar de no poder entrenar en Palma del Río, como sería de desear. Un pajarillo, amigo de vuelos, le ha contado al cuervo que desde las más altas instancias se ordenó la retirada de una colchoneta de salto, que se había elaborado por métodos artesanales (o sea, no homologada, pa matarse, oiga) y había costao un huevo de pato y parte del otro, porque el club criticó en su boletín la escasez de medios y la dejadez existente con respecto al atletismo a pesar de la magnífica actuación de sus atletas.
Como esto sea así, madre del amor hermoso, la cosa es peor de lo que imaginaba. Sería una cosa así, más o menos: o seaaa, te lo juro por Snoopy: como me critiques mi labor, que es in-criticable, in-creible, in-imitable e in-superable, pues te jodo quitándote la colchoneta, o seaaaa. Amos, de niño pequeño. Espero que no sea verdad el chisme porque entonces es pa preocuparse, dentro de poco tendremos reacciones en los gobernantes locales del estilo:
- “Pos ea, ya no te hablo y te puteo porque has dicho una cosa que no me gusta ni a mí ni a mi partido, hala”.
- “Mi prima le ha dicho a mi amiga que le ha dicho su tía que dice tu vecino que tú no nos votas así que para tí ni agüíta fresca”.
- “Como setocurra desirme que mi chuchipandi no es la más total te vas a enterá, so disidente”.
Vamos, como si hubieras votao a Paris Hilton, mismamente.