Aunque debo reconocer que nuestro excelso presidente dijo (al menos) una gran verdad: que el hecho de que el PP los critique continuamente no los hace mejores a ellos. O sea, que el hecho de que ellos sean malos no convierte al PP en bueno. Un argumento sólido y real, pero a la vez muy muy triste. O sea, que ya lo único que les queda es recurrir a eso de que “más vale malo conocido”, como si dijeran “es verdad, los dos partidos somos igual de cabrones, pero por lo menos a nosotros nos conoces y el roce hace el cariño”. Y la verdad que algo les servirá porque ya sabemos que a todo el mundo le aterran los cambios. Luego empezó a desbarrar con cómo han aprovechado los alemanes el río Rin en la zona de la Renania y lo comparó con el Guadalquivir y Andalucía. Tópicos aparte, me parece que va a ser que no, que seguro que no nos queda algo parecido a lo de los alemanes ni por pienso. Otra cosa que llama la atención es la soltura con la que estos políticos se dedican a tirar balones fuera: ahora resulta que la crisis la hicieron “otros”, ya sabemos, los ricos, los malos, los vampiros, pero las cuatro familias patricias que se reparten el cortijo andaluz, ellos no, ellos están con nosotros y están igual de consternados y están cobrando el paro también. Para no extenderme más, si bien es cierto que la crisis viene de fuera lo cierto es que a toda la sociedad y en especial a nuestros dirigentes les ha pillado con el culo al aire, en los años de vacas gordas se dedicaron a despilfarrar y a gestionar de forma pésima, como si el chorro de dinero que nos mandaba la UE no se fuese a acabar nunca y cuando ha venido el Lobo feroz nos ha jodido el invento. Y a todo esto, ya van casi cinco millones de parados...
Bueno y ya para terminar con el apartado local, pues, lo siento mucho, pero poco tengo que decir de lo que dijo Almenara, es que fue lo mismo que siempre: se dedicó a desgranar detalladamente todas las inversiones que piensan hacer (que si la ribera de los niños, Palacio de Congresos, Centro de Interpretación del Guadalquivir, etc, etc). Lo único a recastar fue una anécdota graciosa: hablando de la crisis, que para nuestro ultraoptimista regidor tiene solución y en este momento se paró y soltó “sé que me vais a llamar cursi, pero...” y continuó diciendo que el mejor remedio para la crisis es la sonrisa de un niño”. El caso es que sí, fue muy cursi y empalagoso, tanto que no sé cómo no aparecieron por arte de birlibirloque a su vera Bambi y Tambor para apoyarlo. De todas formas, que él mismo reconociese que a veces le sobra azúcar es un gesto que le honra.
Y así llegamos a la conclusión de este artículo: en cuanto al éxito de asistencia al acto, pues por muy verdad que sea que muchos se apuntan por el papeo y la “servesita” y también hay muchos que van por curiosidad y para bichear más que nada... pues decir que, sea como fuere, fue un éxito de público y es difícil reunir a tanta gente para un acto político. Peeeerooo... que no se lo crea mucho el PSOE, porque el barco se hunde, sólo que aquí en Palma estamos en un camarote de los más altos y todavía no está entrando mucha agua pero hay otros sitios donde están con el agua al cuello y la gente está bastante mosqueada. O sea, que mi consejo es que recuerden las sabias palabras del Señor Lobo:
http://www.youtube.com/watch?v=BwuSRXf7r9g
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