QUIEN CALLA, OTORGA

Pues sí, señores, resulta que en este vergel entre dos ríos que es nuestra maravillosa Palma contamos con una Asociación para la Defensa del Patrimonio que responde al nombre de Saxoferreo (por cierto, vaya con el nombrecito, que se puede confundir esa “a” por una “e” y vaya si la hemos liao). Y dice el cuervo ¿en que coñiooooo anda está asociación que no ve na de na de lo que se está haciendo en el recinto amurallado. No ve el muro de hormigón pro-defensa ante las pateras, ni dice na del parking arqueológico del alcalde ni ve los kilos y kilos de cemento con que se ha reconstruido la muralla, ni na de na.

Me han comentado que, otrora, esta asociación estaba formada por aguerridos individuos que sacaban pecho en defensa del Patrimonio y, haciendo honor a su nombre (con la “a” cambiada por la “e”,) ponía los cojoncillos encima de la mesa, de vez en cuando, al menos. Pero, claro, la eskizofrenia debe reinar entre sus filas porque de socios tiene, agárrate los machos, a varios concejales del PSOE (entre ellos el de urbanismo y la de patrimonio, toma del frasco Carrasco), de presidente a uno del PA y el resto vete tú a saber de qué pie cojea.

Y el caso es que algunos parece gente apañá y to. A estos les diría que hay solución para su problema y que si no toman medidas cuanto antes al final van a tener que cambiarse el nombre por el de Saxofláccido.