miércoles, 15 de diciembre de 2010

Una fábula

Había una vez un remoto país donde los animales pensaban y actuaban como personas. Este reino, conocido como "Coño! Todo esto es tan hermoso". El país estaba gobernado por cerdos, burros, comadrejas, buitres, etc. y el rey era un león, pero no un león como otro cualquiera, sino un león vegano que se alimentaba de tofu (por aquello de que todo el mundo era feliz y era políticamente incorrecto que los animales se comieran unos a otros). La verdad es que en este reino no se vivía mal del todo, pero tampoco era tan perfecto. como decían los subditos. Así que los cuervos empezaron a hartarse de ver todo el día a los animalitos en plan Disney y como se aburrían empezaron a charlar y a reírse de Bambi, Tambor, El Rey León y toda la cabaña animal. Como estos cuervos eran parientes de las urracas parlanchinas les gustaba mucho el cachondeo y la risa y estaban todo el día graznando ocurrencias. Al tiempo se les unieron los piojos, que estaban cansados de tener tan mala fama y de que nadie les echase mucha cuenta.
Toda esta cháchara era inofensiva, pero el resto de los animales empezaron a cansarse y a decir para sus adentros "¿pero qué les pasa a estos? ¿Por qué no son felices? Si esto es Jauja. ¿Además, qué es eso de la ironía, el sarcasmo y el humor negro?". Como no sabían bien de qué iba la historia y no entendían sus gracejas, una zorra se ofreció voluntaria para desentrañar el misterio y recordó algo de una historia de un tal Esopo donde salían un cuervo y una zorra. Se le había olvidado un poco cómo era aquello, pero recordaba que al final la zorra ganaba.
La zorrita se acercó al árbol donde estaba el cuervo y le espetó: "Oye, tú, pajarraco, qué pasa contigo? ¿Recuerdas la fábula del cuervo y del zorro? Pues dame ya el queso". El cuervo le respondió "pero de qué queso hablas? En todo caso el que se pegará la vida padre serás tú, yo soy un cuervo decente y sólo como lo que pillo, del queso, nasti de plasti". Entonces la zorra se ofendió y le dijo "desde luego, no sé por qué afeas la conducta de nuestros magnánimos gobernantes, eres un bicho indigno". El cuervo se quedó sorprendido y le dijo: "Pero bueno, se supone que en la fábula me tenías que hacerme la pelota a mí y pedirme que cantara para que abriera el pico y así soltara el queso, pero ni hay queso, ni me halagas. Parece que tienes un trastorno narcisista de personalidad". El zorro, muy ofendido, respondió "¿que yo le hago la pelota a nuestros fantásticos gobernantes sólo porque canto a la belleza de este lugar simpar y a la gracia e inteligencia de nuestros líderes? Estoy muy dolido, ahora me voy, ea!". El cuervo se encogío de hombros y soltó "Po bueno. Po fale. Po malegro". Pero el zorro hizo el amago de irse y volvió al rato, que era más pesado que el que mató a un cochino a besos. Así que al final los cuervos y los piojos se acostumbraron a este zorro y siguieron a lo suyo, qué se le iba a hacer.


Y aquí termina esta fábula moderna. No hace falta aclarar que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

9 comentarios:

  1. cuervo, que sutil eres jajajaja menos mal q a mi blog no le puse nombre de animal....jajaja

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  2. Aunque nuestra lengua castellana es muy rica en matices, y a mi personalmente me gusta alardear de ella, tiene que aguantar de vez en cuando que el tiempo, las épocas (o, mejor dicho, las gentes de otro tiempo y épocas) conviertan algunos de sus términos en armas arrojadizas de claro tinte machista usado por energúmenos y mentes atrasadas que le dan sentidos peyorativos.
    Tal es el caso del uso del masculino de zorro y su femenino.
    No tengo ni idea de quien eres tu, cuervo. No tengo ni idea de quien es el zorro palmeño. Es más me da igual, y me da igual las historias políticas que os traeis.
    Lo que si me queda muy claro es el tono ¿sarcástico? (yo diría más bien maleducado y de mal gusto) que has querido darle al uso del término zorra, me asquea esta entrada a tu blog, y como mujer te digo que desde ahora no tienes mi respeto, aunque por tu postura adoptada aquí te va a dar igual lo que diga una mujer...

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  3. Querido/a lector/a anónimo/a:
    A mí me enseñaron en el colegio la fábula como la zorra y el cuervo y así se puede encontrar en wikisource:
    http://es.wikisource.org/wiki/La_zorra_y_el_cuervo_grit%C3%B3n

    Y así la he reproducido. Lo del machismo, uso peyorativo y demás lo has visto tú.

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  4. cuervo, te rescato una frase dicha por la zorra de la misma fábula de la que has hecho la analogía. Y hago silencio para que los demás lectores puedan reflexionar:

    - Amigo cuervo, si además de vanidad tuvieras entendimiento, nada más te faltaría realmente para ser el rey de las aves.

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  5. Zorro, hay le has dao un latigazo al cuervo! Jejeje

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  6. Un amigo del cuervo:

    Veo que sigues intentando chafarle los huevos al Cuervo, pero los ha puesto a buen recaudo en una rama muy alta, no vas a llegar, Zorra.

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  7. No quería entrar en polémica pero estoy con la lectora anónima porque creo que la palabra Zorra y con mayúscula empieza a tratarse como un insulto hacia la persona del zorro y sobre todo hacia las mujeres.

    Siempre he creído que este blog tenía ideas andalucistas. Si no se defiende a la mujer, desde luego la imagen es un tanto malvada.

    Por otro lado, cuervo, deberías analizar los comentarios expuestos en tu blog. Estáis convirtiendo esto en una matanza contra otro que quiere expresar su opinión. Una de dos, o le teméis o vais contra la libertad de expresión.

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  8. Bueno, ante todo y como soy lector impenitente de fábulas, decir que se trata, efectivamente, de La Zorra y el Cuervo, así que ese comentario anónimo sobre machismo me parece fuera de lugar y, a riesgo de parecer que insulto, diría que es una memez tan grande como decir que Esopo era machista por hacer que protagonizase su fábula una zorra. La suciedad, en este caso, creo que está en la mente del que lee no en la del que escribe... La fábula me ha parecido divertida e irónica. Me pasaré más por este blog.

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  9. Como persona aludida, no me ha parecido un insulto. Aunque reconozco que hay que tener un mínimo de sensibilidad.
    Decir a mi querido cuervo que quizás sus lectores han confundido la fábula ya que existe otra que se titula "EL cuervo y el zorro" de Félix María Samaniego.
    Y, sobre todo, aclarar que el apodarme "EL ZORRO PALMEÑO" no es con intensión de hacer referencia a tan astuto animal, sino al personaje creado por Johnston McCulley. Aunque desde luego, no me considero ningún héroe. Si que pienso que las palabras falaces se pueden defender con palabras sinceras y justicieras.
    saludos zorrunos

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