viernes, 29 de octubre de 2010

PALMA DEL RÍO. LA AVENTURA DE VELASCO.




Escalofríos da la forma
en que “Pepito” Griñán
ha dejado de lado…
a Velasco.
Al mismo Velasco cuyos puros Cohibas repartía en el bautizo de su primer hijo con sonrisa de oreja a oreja, dejándose ver y dejando que lo vieran arropando su “familiaridad” con el hoy defenestrado. Escalofríos da ver cómo uno de la noche a la mañana se convierte en persona non grata para quienes antes te reían todas las gracias y te tenían por el “delfín” y “heredero”. Quienes pudimos observar de cerca la ascensión de Velasco y asistimos a esa “familiaridad” y “compadreo”, a esa “intimidad” y “amistad verdadera”, no podemos por menos que comparar el “antes “ y el “después”. Un antes pletórico de futuro y poder y un “después” en el que “Pepe”, en sus declaraciones públicas, ni siquiera rompe una mísera lanza por el caído en desgracia, a quien se ha exigido la dimisión sin vuelta de hoja tras diversas maniobras que tuvieron lugar el pasado fin de semana. No sabemos quién fue el que definitivamente tachó su nombre, pero lo que está claro es que nadie se opuso a la tachadura.

Hoy estás arriba, eres el prometedor cachorro, y mañana estás en el subsuelo preguntándote de dónde te han venido las ostias.

Iban tres ya, Rafael, y ciertas cosas no se perdonan, sobre todo la reincidencia en meter la pata. Hay quien dice que quien sube pisando cabezas tenga su cabeza por pisada. Este cuervo no lo sabe. Lo que sí es cierto es que, en ciertos “puestos de mando”, ser gris, desconocido y maniobrar en la sombra es lo más apreciado. Mira si no a tu antecesor, Pizarro. Pero tú quisiste brillar con luz propia, destacar, ser protagonista, “demostrar” y eso en el PSOE, si te sale mal, no se perdona. Ibas de sobrado, de “aquí estoy yo”, de carrera fulgurante en corto plazo. Cuántas envidias habrás despertado. Eso sin hablar de luchas de facciones en las que, creyéndote seguro, elegiste un bando. Craso error. Hay que estar en todos lados sin estar en ninguno, hay que comer de todos los platos, hay que desconfiar de quien más sinceramente te dé la mano, porque hoy está contigo y mañana del otro bando: así es el “Partido” a qué negarlo.

En fin, Rafael,
imagino tu sorpresa
cuando ese fin de semana
te lo notificaron:
Me tienes que dar la dimisión
y ya hablamos,
pon la excusa de lo personal
que siempre permite justificarlo.
Y lo de dejar los cargos del partido
es cuestión de tratos.
Tratos que ya no eran posibles
y en cadáver político,
en tres pasos,
te dejaron.

Quienes veíamos desde Palma
lo que ocurría
no podíamos
ni imaginarlo.
Siempre el partido protegía,
la marea iría pasando.
Pero la marea no pasó
sino que te llevó de un trago.
Parece que algunos te estaban
hasta esperando,
con aquello de
“arrieritos somos,
y en el camino
nos vamos encontrando”.

¿Fue por tu mala cabeza?
¿Fue un complot inimaginado?
¿Fue la suerte?
¿Fue el cuarto poder?
¿Fue que tropezaste en un charco?
¿Fue que se te revolvieron los aliados?
¿Fueron oscuras maniobras? o
¿fue que lo personal te ha tirado?
¿Fueron todos y ninguno?
¿Fue por fuer de un instructor
demasiado descuidado,
que no te supo hacer ver
con quienes te estabas rozando?

Más bien fue seguridad
y el darlo todo por sentado,
creerte allende el bien y el mal
porque todo te ha sido dado.
Todo era fácil,
Y a tus manos se venía
más que rodado.
No sabías que mil ojos
son pocos en ciertos “estadios”.
Te descuidaste y, ya ves,
ahora pagas de largo.

Y en tu pueblo hay quien se alegra,
dentro de tus correligionarios,
porque envidia te tenían
y también mucho gato.
Y otros hay que te lloran
y justifican tus actos,
que te apoyan y compadecen
quizás en sí mismos pensando.
Quinielas se hacen ahora
para las listas de mayo.
A quienes tú apoyabas
¿están también defenestrados?
¿saldrá Almenara triunfante
por mor del tu descalabro?
Yo sólo sé que este último
en tu defensa no está entusiasmado
y más bien alude a que tú
no estuviste a la altura del cargo
y no supiste defender
lo que se te había encomendado

Y más siento que tu hermano,
pardillo en tan negras lides,
también haya algo pillado.
Él sólo se dejaba llevar
como tú, joven soldado,
de las “facilidades” del puño y la rosa
hasta que le cogió el desaguisado.
Seguro que no sabe nada
de lo en verdad sucedido
ni tú del todo
se lo habrás contado.
Aunque deberías hacerlo
para que vaya pillando
que más vale que tenga
la experiencia de su lado.

Y Salvador ¿Qué te ha dicho?
¿Qué te ha aconsejado?
Él fue el padrino, valedor,
el mecenas protector
del ahijado.
¿Qué te dice? ¿qué te cuenta?
Para mí que estáis los dos
en el mismo purgatorio,
penando.
Uno por una cosa
y otro por otra,
pero los dos apartados,
apartados del poder
y apartados de los mandos
y lo que se prometía
el futuro feliz de ambos
al final
joder,
¡que ha estallado!

Pobre Neyi
pobre Chevi
pobres todos
los del bando
de los hoy defenestrados.
Enhorabuena, Almenara,
que estarás regocijando
con alborozo y deleite
las penas del dicho bando:
la aflicción de Salvador
y el sinsabor del muchacho.
Ay si yo pudiera tornar
en mueble desvencijado
escondido y camuflado
en algunos ciertos despachos.
Cuántas cosas oiría
y cuanto podría contaros.
Por ahora me conformo
con ser sólo un mueble humano
procurando enterarme
de todos los cocinados
sin que nadie sospeche
que quien está a su lado
es, en verdad,
“el jodío cuervo enmascarado”.


5 comentarios:

  1. Reprueba aquello que es odioso más con tus obras que con tus palabras. Cuando veas a alguien que es reprobado por su estupidez, no pienses en su estupidez sino medita si tú has hecho algo digno de reprobación.

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  2. Hay que imaginarse los partidos en un Estado como clanes o tribus armadas que avanzan cada una por su lado a la conquista del poder con principios, es decir, con palabras, por bandera. Las revoluciones no son sino el tumulto que se organiza entre partidos. Se trata de saber quién ganará la batalla, es decir, qué partido el final se hará con el poder y con el BOTÍN.

    Podemos ver, pues, que en realidad nunca hay más que dos grandes partidos enfrentados, los que quieren derrocar al gobierno existente porque no les permite hacer sus negocios, y los que quieren conservarlo porque conviene a sus intereses.

    Los que quieren mantener el orden establecido tienen razón. Unidos a sus cargos, dignidades y prebendas por lazos sagrados e indisolubles, tienen motivo para considerar enemigos de la sociedad a quienes sientan la tentación de venir a turbar sus placerers. Nada les parece más digno de erspeto que las instituciones de las que viven. Para ellos son un PATRIMONIO.

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  3. http://elzorrodepalma.blogspot.com/

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  4. Para el Zorro.

    El secreto de la creatividad es saber esconder tus fuentes (Albert Einstein)

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  5. Soy el Zorro, y debo ser un poco estúpido. No entiendo a Albert Einstein o quizás no entiendo lo que me quieres decir con "esconder tus fuentes".

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