El otro día leí una entrevista con el Juan Pablo Durán, ese al que nuestro dilecto Alcalde dejó al frente del timón socialista cordobés cuando decidió aparcar por estos lares para hacerse cargo del consistorio. Al hombre, al final de la entrevista y como quien no quiere la cosa, le preguntaban que qué pasaba en la Vega del Guadalquivir con tanto empapelao (en Posadas por asuntillos urbanísticos del pelotazo entre dos alcaldes socialistas que, presuntamente -Ay Díos mío qué sería de nosotros los cuervos amarillos si no hubiesen inventado esta milagrosa palabrita, que digo lo que digo sin decirlo-, se embolsaron unos cientos de milloncejos compartiendo como hermanos la venta de un solarcillo de unos cuantos miles de metros, eso si, convenientemente recalificados; y en Palma con el presunto -Ay como guirro con la palabreja, Diossss- enchufismo de hermanos, amigas, etc etc de los chicos de la Rosa y el Puño). Pues bien, vino a decir que eran "ataques personales", pero que, en to caso, si había un garbanzo negro había que quitarlo del sestillo de los gasbansos blancos. Y a mí me dio por pensar: pobre garbansito negro, apartao y despresiao por los gorditos garbansos blancos, inmaculados garbansos blancos, hinchaitos garbansos blancos, inosentes garbansos blancos, con impolutas manitas blancas de garbansitos blancos. Pobre, pobre garbansito morenito. Desde aquí todo mi apoyo para el garbansito negro.
martes, 12 de mayo de 2009
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Estoy de acuerdo contigo y desde aqui expreso mi más enérgica repulsa ante los comentarios racistas y xenofobos de este dirigente político y le rcordaría lo que decía Antonio Machín: "que tambien se van al cielo todos lo garbancitos negros buenos"
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